Aunque ya haya pasado la fecha no puedo dejar de escribir acerca de este día y no por el simple hecho de ser mi cumpleaños sino por lo especial que fue el cumplirlos.

No había planificado nada y no tenía pensado nada especial, hasta cuando caí en la cuenta de que cumplía 30 añazos, un cambio de década y lo que suponía ello en mi vida.

En este último año mis progresos han sido enormes a nivel personal pero bueno esto ya es tema de otra entrada en el blog jejejejejeje

Una de las cosas que me motivaba hacer algo, era el hecho de cumplir los 30 y de que mi madre cuando los cumplió hizo una fiesta con todos los amigos, por otra parte mi chico estaba super de acuerdo en que lo celebrase y que era algo que tenía que recordar para siempre.

Después de pensarlo y lo que suponía el organizarlo todo, me decidí a celebrarlo. Pensé en lo que quería para ese día y cómo quería enfocarlo.

Por supuesto, el día de mi cumple nos fuimos a comer con mi familia. Pero la celebración con los amigos la guardaba para el fin de semana, pensé que iba ser una odisea juntar amigos que significan mucho para mí, pero que a la vez son de distintos ámbitos y que muchos no se conocían entre sí.

Me sinceré conmigo misma y me pregunté qué era lo que realmente quería y si!, lo que yo quería era una celebración dónde se haga algo diferente, podamos compartir, bailar y sobre todo y más difícil pero no imposible que nos divirtamos mis amigos y yo.

Me pusé manos a la obra, lo primero que hice es avisar a todos los que yo quería que compartan esa noche conmigo, una vez que obtuve respuesta y confirmación de su asistencia los añadí al grupo que cree en Whatsapp.

Lo segundo, intentamos coordinar entre todos el lugar de la cena y la discoteca dónde iríamos, he decir que tuve mucha suerte porque esto podría haber resultado muy muy muy difícil y sin embargo se resolvió rápidamente y no pusieron pegas a lo que se decidió finalmente.

Ya tenía dónde compartir que era la Cena en el Restaurante “La mordida” de Madrid, de comida  mexicana, tenía la discoteca donde bailar “Borinque” discoteca de música latina, sólo quedaba lo diferente, aquí lo decidí yo y sinceramente mis amigas se portaron genial, ninguna puso pegas y todas aceptaron gustosamente, incluso les hizo ilusión, alquilamos una limusina para que nos diese un paseo por Madrid, sólo a las chicas mientras los chicos se tomaban un mojito.

Fue una de las mejores noches de mi vida y sin duda la recordaré siempre, todos disfrutamos a pesar de que como dije antes muchos no se conocían, tuve regalos muy bonitos, la mejor sorpresa fue que la limusina, que fue rosa, en un principio la que se alquiló era blanca ya que con una semana de antelación fue muy complicado conseguir limusinas disponibles a precios razonables.

Fue gracioso porque todos sabían que la limusina iba ser blanca y cuando salimos del restaurante  lo que nos encontramos fue una limusina rosa, mis amigas empezaron a gritar como locas y los chicos a partirse sin embargo yo les decía que esa no era la nuestra, es cuando nos llaman al movil y preguntan dónde estábamos y nosotros le decimos que fuera esperando a la limusina, el conductor nos dice yo también estoy fuera a lo que conteste, sólo veo una limusina rosa no veo la blanca y me dice, la vuestra es la limusina rosa que esta aparcada y es allí cuando todas rompimos a gritar y embarcamos en nuestro paseo por Madrid.

La experiencia fue divertidisima la compañía genial y creo que todos nos lo pasamos infinitamente bien.

Volvería a repetirlo sin lugar a dudas!!! pero lamentablemente no todos los días se cumplen 30 años.

 

Vicky.